MAR DE MIJAS

Hay un balcón a donde me gusta escaparme, que da a unas calas de rocas, arena y mar. Es La Cala de Mijas, en Málaga. Un lugar bañado por el Mediterráno, con un clima donde no hace muchísimo calor en verano, y donde el invierno invita a pasear por la Senda Litoral, que es una vía peatonal y ciclista que se convierte en el eje vertebrador de la Costa del Sol a través de sus playas. Y un precioso paseo donde su recorrido comunica con enclaves singulares, torres vigías de interés cultural e histórico, dunas mediterráneas o arenales costeros que albergan especies de flora y fauna protegidas, bellos rincones para el avistamiento de las aves marinas e incluso de los cetáceos (que se encuentran mar adentro). Yo he visto delfines saltar a lo lejos, y es una maravilla…

 Es además, y por esto,  un sitio que me sirve de una gran fuente de inspiración, ya sea para diseñar vajillas, pintar piedras, o como es en este caso, diseñar una colección de joyas únicas, formada en su inicio por colgantes, y que va creciendo con pendientes y a la que ya mismo se unirán anillos y más…  

Realizadas en latón tratado de diversas maneras, para conseguir imitar los colores que forman las algas sobre las rocas, o dejar ver el fondo del mar, a través de su agua tremendamente transparente. Algunas piezas van decoradas con perlas, otras con cristales recogidos en sus playas, otras las adorno con cristales facetados, o si lo prefieres, le puedo poner un simple cordón de cuero nacional. 

Esta es una colección permanente y abierta, en continuo crecimiento y movimiento. Una colección que formará parte de tu fondo de armario. 

Foto Pablo.nef